miércoles, 17 de marzo de 2010

RETICULA

Conceptos básicos de la retícula


Taller en diseño estructural


Cualquier diseño implica la resolución de una serie de problemas tanto a nivel visual como a nivel organizativo. Imágenes y símbolos, campos de texto, titulares, tablas de datos: todo ello debe reunirse con el fin de comunicar. Una retícula es simplemente una forma de presentar juntas todas esas piezas. Las retículas pueden ser flexibles y orgánicas, o bien rigurosas y mecánicas. Para algunos diseñadores la retícula representa una parte inherente al trabajo de diseñar, de la misma forma que la carpintería constituye una parte de la fabricación de muebles. La historia de la retícula ha formado parte de una evolución en la forma de pensar de los diseñadores gráficos en relación con el proceso de diseño, además de una respuesta a problemas específicos de comunicación y producción que necesitaban resolverse. Un programa con textos corporativos, por ejemplo, es un problema surgido a finales del siglo XX que debe satisfacer complejos objetivos y adaptarse a requisitos también complejos. Entre otras cosas, una retícula está indicada para ayudar a resolver problemas de comunicación que presentan un alto grado de complejidad.

Los beneficios que reporta trabajar con una retícula son sencillos: claridad, eficacia, economía y continuidad.


Más que nada, una retícula aporta a la maquetación un orden sistematizado, distinguiendo los diversos tipos de información y facilitando la navegación del usuario a través del contenido. El uso de una retícula permite que un diseñador pueda maquetar cantidades ingentes de información, como por ejemplo en un libro o en una serie de catálogos, en un tiempo sustancialmente más corto, porque muchas de las cuestiones que afectan al diseño ya se habrán resuelto en el momento de construir la estructura reticular. La retícula permite asimismo que muchas personas colaboren en el mismo proyecto, o bien en una serie de proyectos relacionados, a lo largo del tiempo, pasando de un proyecto al siguiente sin que las características visuales se vean afectadas por ello.
Explorar los conceptos básicos de la construcción tipográfica ayuda a comprender las características visuales dinámicas que son inherentes a las formas mismas. Dentro del formato, las alineaciones entre elementos crean una estructura. En estas composiciones el espacio está dividido en función del contenido: del mismo modo que se agrupa cierta información, la de diversa índole se separa.
Los cambios de peso y escala aportan una jerarquía -un orden visual- a la información. A veces, el tipo de información que se lista en una columna determinada se destaca mediante la negrita: otras veces, un desplazamiento en la alineación indica distinto grado de importancia.



Aun con unas limitaciones estrictas es posible imaginar una enorme variedad de maquetaciones posibles. Todas éstas, por ejemplo, usan la misma familia tipográfica, y muchas de ellas utilizan letras de un único cuerpo.

Fragmentar la página en partes.


Construir una retícula eficaz para un proyecto determinado significa valorar de forma profunda el contenido especifico de dicho proyecto, en lo que se refiere a las características visuales y semánticas del espacio tipográfico.

El espacio tipográfico es gobernado por una serie de relaciones entre las partes y el todo. Una letra sola es un núcleo, parte de una palabra. Las palabras juntas crean una línea: no tan sólo una línea de pensamiento, sino también una línea en la página, un elemento visual que se establece en el campo espacial del formato. Si se coloca una línea de tipografía en el paisaje vacío de una página, se crea de manera instantánea una estructura. Es una estructura simple, pero que tiene una orientación, un movimiento y, ahora, dos áreas espaciales definidas: un espacio sobre la línea y un espacio bajo la línea.

Una línea tras otra, y después otra, se convierte en un párrafo. Ya no se trata simplemente de una línea, sino de una forma con un límite físico y visual. El límite físico crea una referencia para la página y, a medida que se estira y crece, el párrafo se convierte en una columna, que rompe el espacio y, al mismo tiempo, se convierte en espacio por si misma. Las columnas repetidas o de proporciones diversas crean un ritmo de espacios intermedios en los que el límite del formato se reafirma, se contrarresta y se reafirma de nuevo. Los espacios vacíos entre párrafos, columnas e imágenes contribuyen a orientar el movimiento del ojo a través del material, así como también la masa que constituye la textura de palabras a la que rodean.

Las alineaciones entre masas y espacios vacíos los conectan o los separan visualmente entre sí. Si rompe el espacio dentro del campo de la composición, el diseñador estimula e implica al observador. Una composición pasiva, en la que los intervalos entre elementos son regulares, crea un campo de textura estático. Si el diseñador introduce cambios, como por ejemplo un intervalo mayor entre las líneas o bien un peso mayor, enfatiza algún elemento dentro de la uniformidad de la textura. La mente percibe este énfasis como un signo de importancia. Con ello se establece un orden o jerarquía entre los elementos de la página, y cada uno de los cambios sucesivos introduce una nueva relación entre las partes. Las modificaciones visuales del énfasis dentro de la jerarquía son inseparables de su efecto sobre el sentido verbal o conceptual del contenido. Un diseñador tiene un número ilimitado de opciones a la hora de realizar cambios en el cuerpo de la tipografía, su peso, su ubicación y sus intervalos a fin de modificar la jerarquía y, por consiguiente, la forma de percibir la secuencia de información. La retícula organiza esta relación de alineaciones y la jerarquiza para convertirla en un orden inteligible que pueda ser comprendido y repetido por otras personas.


Anatomía de una retícula: las partes básicas de una página.


Una retícula consiste en un conjunto determinado de relaciones basadas en la alineación, que actúan como guías para la distribución de "os elementos en todo el formato. Cada retícula contiene las mismas partes básicas, con independencia del grado de complejidad que alcance. Cada parte cumple una función determinada; estas partes pueden combinarse en función de las necesidades, o bien omitirse de la estructura general, según la voluntad del diseñador y dependiendo de la forma en que interprete los requisitos de información del material.

Construir una estructura adecuada. El trabajo con retículas depende de dos fases de desarrollo. En la primera fase, el diseñador se propone valorar las características informativas y los requisitos de producción del contenido. Esta fase es extremadamente importante; la retícula es un sistema cerrado una vez ha sido desarrollada y, a la hora de construirla, el diseñador debe tener en cuenta la idiosincrasia del contenido, como por ejemplo la existencia de múltiples tipos de información, la naturaleza y la cantidad de las imágenes. Además, el diseñador debe adelantarse a problemas de diseño potenciales que puedan surgir durante la maquetación del contenido dentro de la retícula, como por ejemplo, la existencia de titulares especialmente largos, el encuadre de las imágenes o los puntos muertos que surgirán cuando se agota el contenido de una sección determinada.

La segunda fase consiste en maquetar el material de acuerdo con las guías establecidas por la retícula. Es importante comprender que la retícula, a pesar de ser una guía precisa, nunca debería imponerse a los elementos que se colocarán dentro de ella. Su trabajo es proporcionar una unidad global sin rebajar la vitalidad de la composición. En la mayoría de los casos, la variedad de soluciones para maquetar una página dentro de una retícula dada es inagotable, pero incluso entonces es aconsejable romper la retícula de vez en cuando. Un diseñador no debería tener miedo de su propia retícula, sino forzarla a fin de poner a prueba sus límites. Una retícula realmente bien planeada crea infinitas oportunidades de investigación.

Todos los problemas de diseño son distintos, y cada uno de ellos exige una estructura reticular que sea útil para sus elementos particulares. Existen algunas clases de retícula básicas y, como punto de partida, cada una de ellas es adecuada para resolver determinados problemas. El primer paso del proceso radica en considerar cuál es el tipo de estructura básica que se adaptará mejor a las necesidades específicas del proyecto.

Clases de Reticulas

-Reticulas de puntos: estas retículas encentran frecuente aplicación en la aplicación de ilustraciones técnicas.

-Reticulas de líneas: también las reticulas circulares se adaptan a la imprecin monocolor, tienen la propiedad de aumentar la atención del observador sobre varias partes del dibujo.

-Reticulas de círculos: la retícula normal de puntos, con su simetría tetragonal, proporciona un fondo de puntos cuya forma aparece a la vista como aproximadamente cuadrada con valores de la superficie cuadra con valor de 50%.

-Reticulas perladas: hasta un 50% de la superficie cubierta esta clase de reticula produce la sensación de puntos elípticos cuya sensación recuerda las perlas ensartadas en el hilo del collar.

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